Las asanas del yoga constituyen un arte que se aplica a la anatomía del cuerpo viviente, en tanto que la gimnasia no es más que una forma de perfeccionamiento que se aplica sólo a los músculos del cuerpo.
El objeto de las posturas de yoga no es simplemente el desarrollo superficial de los músculos. Estas posturas tienden a normalizar las funciones del organismo entero, regulando los procesos involuntarios de la respiración, circulación, digestión, eliminación, metabolismo etcétera., y afectando al funcionamiento de todas las glándulas y órganos, así como el sistema nervioso y la mente. Esto se consigue gracias a la respiración profunda practicada mientras el cuerpo adopta diversas posturas. Cada uno de estos ejercicios produce un efecto total diferente en las relaciones funcionales dentro del organismo. De aquí que el yoga puede influir en los valores físicos, mentales, morales y espirituales del hombre. El yoga da una importancia singular a la filosofía del ejercicio. Todas las potencialidades individuales son elevadas y el hombre consigue equilibrio y energías con la práctica de las asanas, algunas de las cuales están ideadas imitando los movimientos de distintos animales. En el yoga la relajación se considera como un arte, la respiración como una ciencia y el control mental del cuerpo como un medio para armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu.
Indra Devi.